viernes, 16 de mayo de 2014

 Reserva Ecológica "El Ángel

FLORA y FAUNA
La vegetación está formada por gramíneas adaptadas al frío. El bosque de frailejones es lo que más sobresale en la reserva. El aliso es otra especie que crece por esta zona, especialmente en las partes altas de Canyacu y Huarmayacu, en el sector en la Carbonera.
El romerillo y el colorado son también importantes por acumular agua de lluvia. En las zonas más altas crece la chuquiragua, arbusto típico de los páramos. También crecen plantas medicinales como la chilca, el mortiño, el sigse, la sangre de grado, la dormidera y el sunfo.
Las lagunas de El Ángel se caracterizan por sus truchas arco iris. Especie introducida al Ecuador que con el paso del tiempo desplazó a la preñadilla.
En las lagunas de El Voladero, Crespo y Curiquingue, se pueden observar distintas especies de aves, como patos punteados, palometas de páramo y patillos. 
Los conejos, lobos y venados, son los mamíferos que viven en la reserva ecológica. Visitar esta reserva ecológica es llegar a un lugar único, donde las lagunas y el páramo con su bosque de frailejones, convierten en atractivos inigualables estos parajes ecuatorianos.

De acuerdo a la clasificación de pisos zoogeográficos propuestos por Albuja et al (1980) y modificada por Tirira (1999), la REEA se encuentra en el piso Altoandino ubicado entre un rango de altura de 3000 a 4500 msnm. El estudio “Recursos bióticos potenciales del Bosque Protector Golondrinas y la Reserva Ecológica El Ángel” (Suárez et. al., 2005) presenta una lista de las especies de fauna identificadas en la REEA y categorizadas según los Libros Rojos de Mamíferos (Tirira 2001) y Aves (Granizo et al 2002).
Entre las especies de flora sobresalen: la chuquiragua, la chilca, el mortiño, el sigse, pumamaqui, romerillo, laurel de cera, la sangre de drago, la dormidera y el sunfo los cuales son empleados con fines medicinales por los moradores de la zona.

Las especies más representativas son: trucha arco iris, el jambato, sapo marsupial, pato punteado, perdiz de páramo, cóndor, curiquingue, guarro, quilico, gallareta gli-gli, gaviota andina, zumbador, tórtola, conejo silvestre, lobo de páramo, soche, venado, raposa y chucuri. Especies Simbólicas: Las lagunas de El Ángel están pobladas actualmente por la trucha arco iris, especie que fue introducida para explorarse mediante la pesca, pero que desplazó de las aguas a la preñadilla, una especie nativa que ahora es casi imposible encontrar.
CARACTERÍSTICAS DE LA RESERVA
La Reserva es el lugar de nacimiento de muchos ríos que son alimentados por quebradas y lagunas cuyo caudal beneficia directamente a los-as habitantes de la subcuenca del río El Ángel y de las microcuencas de: Potrerillos, Rasococha, Chilma, Grande, Moran, Santiaguillo, Voladero y Cariacu-Bobo. El agua la utilizan para riego, hidroenergía, actividades recreativas, consumo humano y animal. Dentro de la Reserva se encuentran lagunas altoandinas permanentes, algunas de ellas ubicadas de manera aislada pero de gran valor hidrológico como las lagunas de Potrerillos y Negra, y otras formando complejos lagunares como los siguientes:
§   El Voladero, formado por dos de las lagunas más grandes de la reserva y una de pequeño tamaño, con una extensión total de 28,73 hectáreas.
§   Las Lagunas Verdes, conjunto de lagunas sulfurosas cuyas áreas suman 5,56 hectáreas.
§   Las Lagunas de Crespo, dos lagunas ubicadas al sur de la reserva con una extensión de 12,7 hectáreas.
§   Cuatro pequeñas lagunas forman un complejo lagunar conocido como Cochas de los Violines, cuya extensión es de aproximadamente 0,3 hectáreas.
 CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL SITIO:
GEOLOGÍA:
La Reserva Ecológica El Ángel registra dos formaciones litológicas en las que se destacan depósitos volcánicos pliocénicos del Terciario Superior, que cubren aproximadamente el 45% del área, y depósitos glaciares Cuaternarios, que cubren un 30% del área de la Reserva.Una característica importante de los depósitos volcánicos es que están constituidas principalmente por lavas andesitas basálticas, brechas compactas y tobas provenientes de tres centros de emisión ubicados en las áreas de Yanacocha, El Pelado y Tres Quebradas. Dentro del área se encuentran también formaciones volcánicas del Chiltazón, Peña Blanca y Chuquiraguas ubicadas hacia el oeste de la Reserva.
GEOLOGÍA ESTRUCTURAL
La estratificación de la zona en que se ubica la REEA tiende a tener características de deposición de productos volcánicos que no han sufrido fuertes actividades tectónicas, de tal manera que las lavas presentan buzamientos suaves orientados en dirección radial a partir de los centros de emisión (Coello et. al. 1994). Las fallas que se presentan en el área de la REEA, tienen dos orientaciones bien definidas, una noroeste – sureste (NW-SE), y otra noreste – suroeste (NE-SW). La falla de mayor predominancia por su extensión y profundidad es la que une los tres centros de emisión: Yanacocha, Pelado y Tres Quebradas.
GEOMORFOLOGÍA
La REEA se presenta como una meseta alta y húmeda, recubierta por material volcánico, y modelada por la glaciación, cuya acción puede ser evidenciada por la existencia de circos glaciares en la zona (relieves estructurales de glaciación); también se observa la presencia de ondulaciones del terreno en forma de pequeñas colinas (morrenas) que se han formado por el material acumulado debido al movimiento de los glaciares (Coello et. al. 1994). Además, hacia la zona sur de la reserva, se encuentran en menor porcentaje depósitos de sedimentos fluvio glaciares del período cuaternario.











jueves, 8 de mayo de 2014

Leyendas del Carchi

El Ángel-Espejo-Carchi 
Una extraña coincidencia
La tarde que supo la noticia, Matilde lloró arrimada a la pared del huerto de la casa, con un necio lamento que le venía robusto desde adentro. Había fallecido Juan, el sobrino querido. El único. El consentido del alma. Por eso le parecía que a esa hora el mundo se había terminado bruscamente. Tenía la impresión de que la sangre la golpeaba como un puño en la garganta. Quería, que ese rato, la tierra la tragara de una vez, de un asalto, de un bocado.
Se serenó cuando mama Carmela la llamó con un grito afilado desde el patio.
-          ¡Matilde!-dijo- ya es hora de la pastilla.
-          Si mama – respondió con esfuerzo-
Entonces, dominando la crisis, se limpio las lágrimas paseando varias veces las yemas de los dedos por los ojos
Mama Carmen tenía el corazón muy acabado, que a de morir en cualquier rato se había dicho, sentada o caminando. Por eso nada de sorpresas, ni escándalos, ni las carotas largas en la casa.
Matilde se vistió de un luto que no era riguroso.
-Me voy a Quito, dijo con cautela, apoyando una mejilla sobre el hombro de la abuela.
-Tengo cita con el médico-
Durante un ínstate hubo un silencio que le pareció puntual en ese momento.
-Y por qué de negro- pregunto mama Carmen sosteniendo un bostezo con la mano.
-El negro está de moda y sobretodo guarda el sucio- respondió Matilde sin quitar la mejilla del hombro de la anciana.
Mama Carmen aprobó con la cabeza y deteniendo los ojos en los finos cueros del rostro de Matilde, trató de desempapelar la pintura de una ciénaga fea que parecía atormentar a la muchacha.
Se miraron con ternura y nada más se dijeron. Pasaron  los días y Matilde seguía vestida de luto que no era riguroso.
Una mañana cuando mama Carmen dormía la siesta del domingo sobre una estera tendida en medio patio, la asaltó, como una charca de moscas, un montón de oscuros pensamientos. Despertó sobresaltada. Miro de rededor. Allí estaba Matilde, pensativa con ese duelo que le parecía absurdo, sin razón.
-Por qué ese duelo- preguntó de nuevo.
-Porque el negro está de moda y sobre todo guarda el sucio- dijo Matilde con un tono indeciso que a la abuela no le sentó congracia a esa hora.
-¡Mentira! Gritó la anciana, escondiendo el rostro entre las manos.
La inocencia de Matilde cambió de humor cundo vio a mama Carmen desatarse en una fea tormenta de delirios que parecían ponerla muy cerca de un descalabro fatal. Entonces, espantada, se apegó a la abuela. Le peino el cabello con los dedos. Y procurando no desbaratar las hebras del fatídico secreto, dijo, a secas, conteniendo las ganas de no llorar que Joaquín había muerto.
Joaquín era un amigo del barrio que en buena época se fue a la capital  en busca de trabajo. Fue el novio de Matilde en otro rato y era más de quince años que no había vuelto.
Sólo se necesitaron unas cuantas palmadas en la espalda para que mama Carmen acabara convenciéndose.
Joaquín tenía la reputación de hombre afortunado. Una tarde, al azar, regresando de Ipiales, se detuvo Joaquín en la plaza del pueblo, cerca del camino viejo que iba a San Isidro, frente a la casa de mama Carmen, blanqueado con cal viva. Con los nudillos de la mano dio tres golpes en la puerta de entrada. Espero un instante y volvió a golpear. Cuando sintió que de adentro venia unos pasos,  se arrimo a la pared. La puerta crujió y mama Carmen apareció solemne, con la bata de casa floreteada.

-¡Hola, mama Carmen! Grito Joaquín entusiasmado, estirando los brazos hacia el aire. La anciana permaneció en suspenso con las manos en la cara. Lo miro sin pestañar, con una expresión de espanto y tragedia. Luego sintió el contacto de sus manos con las suyas. Abrió la boca y no le salió una palabra. Y cuando al fin quiso gritar, el corazón acento su último golpe y se cayó.

Colección Rumichaca-Pumamaque_Poemas y leyendas de nuestra tierra